Una de mis compañeras de trabajo se vio atraída por los animalillos tejidos y me pidió que la ayudara a empezar. Yo tenía apenas unas semanas de haber empezado, pero ya era capaz de descifrar los patrones y me animé a ayudarla.
Pero no lo hice yo solita, claro que no. Utilicé los recursos que tantas personas tan amables ponen a nuestra disposición en la red, por ejemplo, este maravilloso tutorial donde viene explicado paso a paso los primeros acercamientos a los amigurumis:
En ese tutorial viene un conejito y como en mi experiencia era mejor empezar con un animalillo de menos piezas, elegí con el que había iniciado yo: los pájaros de una pluma.
Mi compañera ya sabía tejer con gancho: conocía los puntos básicos y había hecho algunos proyectos. Lo que hice fue ayudarla con el famoso anillo mágico y con la idea de tejer “en redondo”.
Creo que fue una buena experiencia, en menos de dos horas teníamos cada una nuestro pájaro de una pluma:
A veces me pregunto si sería capaz de enseñarle a alguien desde cero, me parece que sería una gran experiencia, espero poder hacerlo pronto.