Enviar los animalillos II
Después de que el buen hombre de la oficina de correos me dijo que él me ayudaba a pegar bien la caja, me dije, algo está raro aquí. No sólo me ayudó a pegar la caja por arriba y por abajo, revisó los datos del destinatario y los aprobó, me comentó que se podía rastrear el envío por internet y además cuando le puso las etiquetas (no los timbres postales como me habían dado en otras ocasiones) me las enseñó para que comprobara el precio que me estaba cobrando. Me despidió con una sonrisa [Leer mas...]