Después de darme cuenta de que los animalillos tejidos con amor sí gustaban y mucho, me animé a participar en los bazares de diseño independiente.
Mi primer conflicto personal fue si me consideraba o no una “diseñadora independiente”. Al ver el tipo de objetos que se vendía en esos bazares, no estaba segura de hacer algo similar, algo que pudiera ser clasificado dentro del mismo grupo que lo que ahí veía: ropa y accesorios abundaban, objetos claramente decorativos, pero casi nada como los amigurumis. De todas maneras empecé a participar en los bazares y me sigo guardando el conflicto, prefiero no ponerme una sola etiqueta: soy tejedora de animalillos, lo hago con amor y me gusta mucho.
El primer bazar fue el de Dear deer , para aprovechar la cercanía de la navidad:
El siguiente bazar fue el Woolf, en el Virginia kerida de la avenida Vallarta, para aprovechar a los usuarios de la vía recreativa de los domingos:
El gran reto de este bazar fue estar en contacto directo con la gente, esperar a que llegaran, se acercaran, preguntaran y decidieran si querían o no pagar por un animalillo tejido. Las reacciones fueron casi todas positivas y me sentí muy contenta, sin embargo, me faltaba “algo” para que pasaran de admirar y chulear los animalillos, a comprarlos.
El tercer bazar fue en el parque Silvano Barba, en la colonia Providencia organizado por Yellow suite:
También en esta ocasión el contacto directo con la gente fue muy bueno, pero seguía faltando ese paso para que se decidieran a comprar. Sin embargo, hicimos un importante descubrimiento: los niños se enamoraban de los animalillos:
Además confirmé una vez más que mi familia me apoya en mis proyectos y ahí estuvieron el día en que hubo Woolf bazar en la mañana y Mirilla en la tarde:
Y el bazar más reciente, el MODI, en un café especializado en diseño y artes gráficas:
Estábamos listos para atender a la gente, pero algo sucedió y la respuesta no fue la que esperábamos, sin embargo, fue una nueva experiencia en la venta de animalillos, otra vez, ver a la gente emocionada, es una alegría.
¿Cuál será el siguiente?
[…] ya les había comentado , la primera vez que me enfrenté a un bazar, entre otros, me enfrenté al conflicto de […]