Cuando empecé a buscar fotos de amigurumis en la red, me di cuenta de que había quienes le tomaban fotos a cada una de las partes y a cada uno de los pasos de l proceso y me gustó mucho: ver cómo una madeja de estambre se convierte en algo bello. Así que me decidí y le empecé a tomar fotos, desde el principio a las partes de cada uno (o casi todos) los amigurumis que tejo:
Obviamente tenía mucho que aprender: elegir la opción correcta de enfoque en mi cámara, el color de fondo (plancharlo, además o de menos estirarlo), la luz, usar o no usar flash y otras linduras. Mi marido se dio cuenta de que para mi nuevo pasatiempo iba a necesitar un poco de ayuda y entre otras cosas, me construyó este escenario:
Con el escenario ya era más fácil ponerle un fondito de color más favorecedor, sentar o para o acomodar casi como se me ocurra a los animalillos:
Y con el escenario, la luz natural y el tripié, los resultados son mucho más bonitos: