Con mi primer animalillo tejido me di cuenta de que para hacerlos, era necesario más que el alambre, el gancho y las tijeras.
Para poder terminar las piezas, era necesario rellenarlas, así que lo primero que debí conseguir como añadido fue con qué rellenarlas.
Para poder unir las piezas ya tejidas es necesario una aguja estambrera. Las primeras que compré fueron de plástico: venían tres en un paquete, de diferentes tamaños.
El paquete es como el segundo de derecha a izquierda.
Empecé con la mediana y en menos de un mes la rompí.
No sé si fue sólo por mi falta de experiencia, porque la metía con mucha fuerza en las piezas o porque no supe calcular si necesitaba una más grande. Seguí con la chica y me duró un poquito más. Por eso tuve que optar por una de metal, obviamente comprada en La casa de los estambres.
Luego tuve que decidir cómo iba a hacer las caras, para eso compré estambres de otros colores y grosores y además fieltro.
Para poder ponerles la cara de fieltro, tuve que comprar silicón.
Lo que sigo sin comprar, aunque no sea exactamente una herramienta, es una bolsa para cargar con mis estambres y aditamentos.
[…] hoy es escribir sobre el material o el instrumento preferido para tejer. En los inicios del blog escribí sobre los instrumentos de trabajo para hacer […]