Lo primero que se necesita para hacer el envío de un animalillo es la caja. De preferencia que le permita entrar sin aplastarse o por lo menos sin aplastarse mucho. En mi ciudad los precios de las cajas de cartón van desde los 5 hasta los 25 pesos, ¡del mismo tamaño! Obviamente trato de comprar las más baratas, pero a veces por las prisas no es posible.
Luego, decidir con cuál empresa se va a hacer el envío. Uso Correos de México porque es la opción más barata que permite el rastreo del paquete, pero no siempre es confiable. He tenido experiencias de todo: envíos que llegan rápido (en 3 o 4 días hábiles), envíos que se tardan mucho (10 días hábiles) y envíos que se regresan (sólo uno, por suerte).
Mención aparte merecen las personas que atienden (¿Carteros? creo que no. ¿Dependientes? ¿Vendedores? ¿Cajeros?) porque también me ha tocado de todo. La mayoría de las veces me atienden mujeres que parecen estar de mal humor, me regañan no importa cómo lleve el paquete y siempre me dicen en un tono poco amable: “Si usa esa caja es bajo su responsabilidad”.
Pero el envío que hice al D. F. la semana pasada se salió por completo de la norma. Para empezar, fui en la tarde/noche y no estaban las mujeres que usualmente me atienden, estaba un señor que ya había visto antes pero nunca me había atendido. Esperé pacientemente a que se fuera una persona que estaba haciéndole varias preguntas y me acerqué con mi paquete abierto para que lo revisara. Me dijo que así no debía cerrarse la parte de abajo de la caja y se ofreció para ponerle de su propia cinta.