Creo que lo más importante al momento de exhibir los productos es que llamen la atención. Luego, hay que aceptar que en un producto como los amigurumis, es necesario que los toquen, que los apachurren y se den cuenta de que son suaves: en una de mis primeras experiencias en un bazar, llevé algunos animalillos embolsados y el efecto no es el mismo que si están sueltos, es mejor que los puedan tocar. Así que inevitablemente van a terminar sucias las muestras y habrá que lavarlas. El truco es poner los animalillos de colores más claros más atrás, y los de colores más “aguantadores” adelante, para que sean los que puedan tomar.
¿Cuáles productos es más posible que se vendan? ¿Los más baratos? ¿Los de temporada? Elige uno o dos tipos y ponlos al frente, para que sea lo primero que vean y se acerquen al puesto.
Si eliges utilizar un exhibidor, que sea firme y pueda moverse para que se vea todo lo que cuelgues, a la gente no le gusta quedarse con un cacho de mobiliario en la mano.
Otro asunto es la iluminación. A veces el mismo bazar la pone y así es mejor porque la luz es pareja. Cuando hay que llevar la propia, hay que tener cuidado con que no se vayan a dañar los animalillos y que se distribuya pareja para que todos se puedan ver. Esto es complicado y a menos que tengas lámparas profesionales, elige un punto de la mesa y céntrate en él, lo demás lo verán ya que se acerquen.
En el próximo post: ya tengo el puesto, ¿ahora cómo vendo?